El que haya visto crecer un pueblo, en el que directa o indirectamente haya puesto algo de sus entusiasmos y energía para contribuir al progreso del mismo, necesariamente tiene que tenerle apego, cariño y afecciones. Y yo que he nacido y que he crecido en el contexto de las alegrías y tristezas, sueños y fracasos de las primeras familias de este Garupá maravilloso a través de décadas; no podía escapar a este fenómeno profundamente humano.
Por eso, la publicación de este trabajo. Por cariño y por el deseo inmenso de que este pueblo sea conocido, aunque más no fuera sino someramente, bajo su doble faz material y cultural y la de reflejar su desenvolvimiento desde la existencia de dos o tres familias que formaron el núcleo inicial de población, hasta hoy, en que el trabajo de sus moradores y el progreso constante y silencioso de este lugar, han logrado colocarlo entre los pueblos que más ha crecido poblacionalmente, en la provincia.
Es siempre interesante echar una mirada retrospectiva y volver a la memoria a los que antes que nosotros trataron de engrandecer y elevar al pueblo.
Y frente a la obra de aquellos, acaso la nuestra se acrecienta, pensando que la mejor forma de hacer la patria es honrando y engrandeciendo a la vez, el pedazo de tierra donde nacimos o donde vivimos; tal como lo hiciera Andrés Guacurarí. Por eso lleva en sus raíces la sangre federal de aquellos hombres que defienderon este suelo.
Por estas causas, creo que Garupá ha de merecer cada vez más nuestros esfuerzos.
A los niños y jóvenes: “ que este Blog sea el insumo que les permita identificarse orgullosos como garupenses y logren dignificar a su pueblo”
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